En épocas pasadas, los showers de matrimonio eran eventos que difícilmente alguien podía soportar. Afortunadamente, todo cambia y, en la actualidad, se han convertido en reuniones divertidas y muy relajadas.
Hace un tiempo, la escena típica de un
shower representaba a unas damas tomando el té, probando golosinas y luego contando chismes, actividades que sólo interrumpían para dar consejos acerca de la vida conyugal. Los sonidos principales que se podían escuchar eran exclamaciones como ¡Aaah! y ¡Uhhh! durante los minutos en que la novia abría los regalos. Así mismo, los juegos propuestos para divertir a la concurrencia (si acaso se planteaba algún juego) provocaban sonidos de consternación imposibles de disimular. Tiempo después, adquirieron una connotación morbosa, de doble sentido, que hacía referencia a lo que iba a experimentar la futura esposa en su vida conyugal. Y no suficiente con todo esto, la pobre novia –y de paso su mamá y demás miembros de la familia cercanos a ella– debían soportar toda suerte de comentarios inapropiados y subidos de tono.
Actualmente, la apertura de regalos y la sociabilización continúa siendo el centro de los
showers de matrimonio, y si los juegos y las actividades se planean con cuidado, las invitadas pasarán un rato verdaderamente agradable. Las mejores actividades son, por supuesto, aquellas que más aprecia la invitada de honor, como una prueba de conocimiento acerca de su niñez o un proyecto creativo llevado a cabo por todas las invitadas. Si a la novia le gusta el baile de salón, se puede traer un instructor para que les enseñe uno o dos pasos nuevos; y si el
shower es temático –valga decir, sobre cocina– se puede contratar a alguien para que dicte una clase corta. Eso sí, no se puede olvidar otorgar premios a las ganadoras y, para dejarlas a todas fascinadas, adicionalmente, se les puede dar un diploma por regalo entregado, unos chocolates bien lindos o unas velas con aroma.
No hay que olvidar que el momento de romper el hielo es, justamente, cuando las invitadas empiezan a llegar, mientras que las actividades que consumen más tiempo, como el tomar vino y hacer los respectivos brindis, pueden dejarse para después. Las ideas que encontrará a continuación pueden ser fácilmente adaptadas si el
shower es mixto. Están diseñadas para despertar la alegría y la risa durante todo el día y para provocar recuerdos que duren mucho tiempo.
PARA QUE CONOZCAN A LA NOVIA
¿Quién es ella?
A medida que van llegando, dele a cada invitada una tarjeta para que anote su nombre, y pídale que le diga, en pocas palabras, cómo está vinculada con la novia. Debajo del nombre de la persona escriba una versión abreviada de su respuesta; por ejemplo, CNPAB, iniciales de ‘compañera de la novia en los primeros años de bachillerato’. Mezcle después las tarjetas, repártalas y pídales que descifren las misteriosas iniciales.
¿Qué edad tiene ahí?
Pida prestadas varias fotografías de la novia en las que aparezca en diferentes etapas de su vida y mézclelas de modo que no queden en orden. Dele lápiz y papel a cada una de las invitadas, páseles las fotos a todas o exhíbalas en algún lugar en que las puedan ver, y pídales que adivinen cuántos años tenía la novia cuando tomaron la foto (“si tiene frenillo debe estar en los primeros años de bachillerato”). El premio es para la persona que acierte en más ocasiones las edades correctas.
¿Verdadero o falso?
Reparta lápices y papeles y haga que las invitadas se sienten en círculo. Pida que cada persona piense en tres frases o anécdotas –dos verdaderas y una falsa– que describan su relación con la novia o el novio. Deje que cada persona cuente sus historias (usted tiene que poner siempre cara de palo) mientras las demás escriben cuáles creen que son ciertas y cuáles mentirosas. Otra vez, gana la invitada que acierte más historias verdaderas y falsas.
Libro del año
Llene una vasija con tarjetas que lleven escrito el nombre de cada uno de los meses del año, comience con el siguiente al de la boda (si se casa en junio, hay que empezar en agosto). Por detrás de cada tarjeta, escriba una idea para realizar una actividad con la novia, como ‘Tomar onces juntas’ o ‘Ir las dos a la peluquería’ (cada mes puede tener más de una actividad). Las invitadas escogen una tarjeta y escriben su nombre en ella. Luego, distribuya las tarjetas en una libreta, de forma que la novia tenga todo un año de citas con las mujeres más importantes de su vida y mantenga un contacto único con las personas que asistieron al
shower.
Libro de recortes
Cuando haga la invitación al
shower, pídale a cada invitada que traiga pequeñas cosas que tengan alguna relación con la novia (fotografías, recortes de revistas, contraseñas de entradas a conciertos y cosas por el estilo). Ponga en manos de las asistentes tijeras, pegamentos, cinta de doble faz, etiquetas, escarcha, marcadores y bolígrafos, además de un álbum o un cuaderno con hojas de cartón para pegar los recortes (los de anillo en espiral funcionan bien). Durante el
shower, las invitadas hacen turnos para diseñar una página.
Álbum de fotos
Pídale a cada invitada que traiga unas cuantas fotos de ella con la novia. Deles bolígrafos y papel y, durante el
shower, dígales que escriban textos para las fotos. Ponga las fotografías en un álbum y fije los textos debajo. Pase el álbum a cada una de las invitadas para que lo disfruten.
Colcha de retazos
Prepare una mesa con cuadrados de tela de tonalidades compatibles (ojalá sacados de los tonos que se van a usar durante la ceremonia y la recepción, o de los de la futura casa de la pareja) y lápices para tela. Dígale a cada invitada que escriba sus iniciales en uno de los cuadrados. Después del
shower, una amiga o alguien de la familia puede bordar las iniciales en los cuadrados y coser los pedazos para formar una colcha.
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RECUADRO
APRENDA ALGO NUEVO
Cocina al instante
Contrate un cocinero profesional para que les dicte a las invitadas una clase de cocina sencilla basada en los platillos favoritos de la novia. Después, todas tienen que sentarse y disfrutar la maravillosa comida que cada una ayudó a preparar.
Hechura de joyas
Haga que un diseñador profesional de joyas les ayude a las invitadas a fabricar sus propias invenciones. Con el apoyo del diseñador, las invitadas pueden hacer un brazalete, una gargantilla o unos aretes, que quizá la novia decida usar durante la boda.
Baile de salón
Invite a un instructor para que les enseñe a las invitadas un baile básico (salsa, merengue, reguetón, por ejemplo). Incluso, si los novios van a usar una música especial durante la boda –brasileña, por ejemplo–, puede diseñar la lección de modo que las invitadas aprendan a mover las caderas y los hombros como las garotas en carnaval.
Spa en casa
Contrate a una manicurista o a una especialista en masajes. Además de darles un tratamiento de lujo a sus invitadas, puede ofrecerles sugerencias sencillas para cuidar sus cuerpos en casa.
El cuestionario de la pareja
Imprima cuestionarios de elección múltiple con preguntas sencillas acerca de los novios (pídales a los familiares que cuenten anécdotas de la niñez y la adolescencia de ellos). Por ejemplo: “¿cuál era el cereal favorito de Esteban?” o “¿cuál fue el espantoso corte de pelo que lució Juanita a la edad de 6 años?”. Dele a cada invitada una hoja con el cuestionario (si lee las preguntas en voz alta, el juego será más entretenido). Quien responda bien el mayor número de preguntas se lleva el premio.
El bingo del amor
Estos cartones de juego son fáciles de hacer:
1. Imprima cuadrículas de 16 cuadrados (4×4) sobre cartón. Numere los cuadrados al azar, del 1 al 16.
2. Para hacer los cartelitos que tendrá cada invitada, pegue un palito de madera entre dos rectángulos de cartón; escriba el nombre de la novia por un lado y el del novio por el otro.
3. Numere 16 cartas pequeñas, del 1 al 16. Por detrás de cada una, anote algo sobre la novia o el novio (“Odia los insectos” o “Le encanta Britney Spears”). Cada jugadora recibe un cartón de bingo, una paleta y galleticas dulces. La organizadora lee las cartas pequeñas; con la paleta, los jugadores indican de quién se trata la anotación. Si tienen razón, ponen una galletica sobre el cuadrado correspondiente al número de la carta. La primera que complete una hilera de cuatro, gana.
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